Comunicado de prensa
DE DIFUSIÓN INMEDIATA
2 de febrero de 2023
Contacto: Kelvin Bass
214-467-0123
Ya pasó antes, ¿pero qué se hace al respecto?

por Royce West
Senado de Texas

A esta altura, por desgracia, la mayoría nos quedamos pasmados y horrorizados por lo que sufrió Tyre Nichols en manos de aquellos supuestos agentes de la ley. ¿Pero qué leyes querían hacer cumplir? ¿La ley de la calle? ¿La ley de la jungla? Incluso la ley de la jungla dice que un animal solo mata fuera del territorio en el que vive. Los hechos de los que fuimos testigos y lo que tienen que soportar las familias Nichols y Wells son imágenes perdurables de otra muerte inexplicable de un hombre negro, y no tenemos garantías de que no vuelva a suceder. Pero es nuestro deber, el deber de los ciudadanos, funcionarios públicos y quienes realmente protegen y sirven, hacer todo lo posible para asegurarnos de que esto no pase de nuevo.

El conocimiento institucional nos da perspectiva y esperanza. Digo esto porque recuerdo momentos en el pasado en que a los legisladores les resultaba inconcebible que hubiera personas detenidas, condenadas y encarceladas injustamente por delitos que no cometieron. Pero un senador colega mío que era un miembro de confianza del partido de la mayoría tuvo el coraje de hablar por quienes no podían y, gracias a esto, se convirtió en ley un proyecto que creó el análisis de ADN poscondena. En los años desde entonces, muchos prisioneros de Texas pudieron recobrar la libertad y esta ley se convirtió en un modelo para el resto del país.

Ese mismo año, otro colega del Senado de Texas brindó el voto que permitiría se debatiera en el pleno del Senado lo que sería la ley de crímenes de odio de Texas. Y en la misma sesión legislativa, conseguí la aprobación de la primera ley en el estado que prohibía la elaboración de perfiles delictivos en función de la raza por parte de la policía y aprobaba la inversión de $18 millones de dolares en cámaras para los autos policiales. Antes de que se aprobara la ley, me dijeron de todo menos bonito. Ahora, los policías no quieren subirse al coche si no tiene una cámara para el tablero o si no llevan una cámara corporal. ¿Por qué?, porque una imagen, es el dicho, vale más que mil palabras. A partir de ese momento, el asunto se convierte en una cuestión de consciencia más que de hechos.

En 2015, si bien la lucha fue difícil, pude trazar y conseguir la aprobación de leyes integrales sobre el uso de la cámara individual que portan en el uniforme los policías. Le agradezco al gobernador Greg Abbott por el programa de subvenciones de $10 millones que financió la compra de cámaras y otro equipamiento relacionado. También fue una ley modelo a nivel nacional. Imaginen la policía del siglo XXI sin cámara en el uniforme.

En 2017, fui autor de un proyecto que instruía a los ciudadanos y la policía sobre qué esperar y cómo reaccionar en un control de tránsito. Ahora es parte de la educación vial, los programas en las escuelas y la capacitación de la policía. La SB 30 circuló entre legisladores de distintos estados, que terminaron aprobando leyes parecidas. ¿Por qué? Porque estoy cansado de dar mis condolencias a madres que lloran por sus hijos silenciados.

Para que quede claro, como exfiscal, no tengo ahora ni nunca tuve nada contra la policía. Hemos trabajado deliberadamente con todos lo grupos que tuvieron la voluntad de sentarse a la mesa a debatir temas relativos a la policía y la rendición de cuentas. Hace treinta años, la idea de que un policía podía ser imputado, juzgado y condenado por incidentes fatales que involucraban personas de color sonaba descabellado. Pero hace sesenta años, gracias a las imágenes de video de la brutalidad avalada por el estado, el Congreso tuvo la convicción de aprobar la Ley de Derechos Civiles. Ahora parece que en ocasiones la ideología impera sobre los derechos de estadounidenses inocentes.

Los agentes que asesinaron a George Floyd, Walter Scott, Botham Jean y Jordan Edwards fueron enjuiciados y condenados. Pero todavía nos queda muchísimo por hacer cuando hay cinco personas escondidas detrás de una placa policial que se creen libres de actuar con impunidad, y desprecio e indiferencia por la vida humana.

Esta sesión habrá proyectos que protejan los derechos de los inocentes, para abordar el tema del uso de la fuerza y la rendición de cuentas por parte de la policía. La Justicia exige que se dé el siguiente paso. Es difícil negar lo que se ve los propios ojos. Nos debería dar escalofríos pensar que el próximo Tyre Nichols podría esta volviendo a la casa.

Para más información, contactar a Kelvin Bass al 512-463-0123 o 214-467-0123.

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