Hoy, el sistema funcionó, pero no sabremos en qué grado se hará justicia hasta que se lea la sentencia en las próximas semanas. De ninguna manera habría que considerar que esto fue una victoria, sino más bien un reconocimiento, uno que tardo demasiado en llegar.

Estoy seguro de que ese 25 de mayo de 2020, Día de Conmemoración de los Caídos, empezó como cualquier otro día para un amable gigante llamado George "Perry" Floyd, Jr. No tenía idea de que sería su último. Su vida e injusta muerte inflama un pedido de justicia y cambio en este país y en todo el mundo.

¡Recordarán exactamente dónde estaban cuando oyeron la sentencia del grupo diverso de jurados que declaró culpable de asesinato a Derek Chauvin!

Al fin podemos respirar, ¡solo un poco! Todavía queda trabajo por hacer en Texas y en los Estados Unidos. La pregunta que deben hacerse, mirando a sus seres queridos a los ojos, es si trabajarán para construir un Estados Unidos más justo, especialmente para las personas de color.

A la familia de Floyd, qué encuentren consuelo. Los acompañamos.

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