En el año 2008, la Universidad de Texas en Austin rechazó la solicitud de inscripción de Abigail Fisher. Fisher inició juicio contra la Universidad de Texas (caso Fisher versus Universidad de Texas), alegando que el uso de la raza como factor en el proceso de admisiones de la universidad viola la Cláusula de Igual Protección en la Enmienda 14º. Su caso llegó hasta la Corte Suprema de Estados Unidos.

Hoy, la Corte Suprema votó 7 a 1 por devolver el caso a la Corte de Quinto Circuito para que determine si el uso de la raza en el proceso de admisiones de la Universidad de Texas es necesario para "lograr los beneficios educativos de diversidad".

Este dictamen, en efecto, no logró tomar una firme decisión sobre el futuro de la 'acción afirmativa'. Según la opinión mayoritaria del Juez Kennedy, el Circuito Quinto no "verificó estrictamente" el uso de la raza por UT en su proceso de admisiones. Por ahora, las normas de admisión de UT se mantienen.

Dependiendo de cómo evalúe el Quinto Circuito el uso de la raza por UT, la Corte Suprema podría fallar en el Caso Fisher en un futuro, para determinar si la raza es un factor convincente que el estado debe proteger. Sin embargo, existe otro caso (Schuette versus Coalición en Defensa de Acción Afirmativa) en Michigan que será considerado por la Corte Suprema en el otoño y argumenta la misma violación de la Cláusula de Igual Protección en la Enmienda 14º.

Está claro que la Corte Suprema evadió el tema, y a la vez insinuó que piensa en el futuro de esta normativa. Yo creo que el país necesita un pronunciamiento claro de la Corte Suprema sobre acción afirmativa. Los que abogan por la acción afirmativa deben reenfocar sus esfuerzos para hallar soluciones neutrales en cuanto a raza, para asegurar que se mantenga la diversidad aunque cambien las normativas.

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